¿Cuál es la forma indicada para comenzar nuestro día? La primera hora del día puede ser complicada, en especial si no tuvimos un buen descanso la noche anterior o si tendremos un día lleno de responsabilidades y obligaciones por venir.
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¿Practicar yoga en la mañana?
Sin embargo, esta primera hora resulta esencial para el desarrollo de nuestro día. Suele ser tan importante que puede llegar a ser un indicador del devenir de nuestra jornada.
Sabemos que madrugar puede resultar complicado. No obstante, te podemos asegurar que vale la pena, más aún si eres de esas personas que ya se despiertan temprano para trabajar. Comenzar nuestro día con una actividad sin duda nos impulsará para afrontar los retos de la mejor manera.
Si no somos personas que acostumbran levantarse temprano o realizar actividades realmente demandantes a primera hora, realizar una actividad física o rutina más ligera es la opción.
Es aquí donde entra el yoga, una disciplina que nos ofrece múltiples beneficios, físicos, mentales y espirituales. Un excelente método para reducir nuestro estrés, promover nuestra salud cardiovascular, facilitar nuestra relajación y concentración a través del día.
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Yoga en 20 minutos para comenzar el día
Es por eso que aquí te dejamos una rutina de yoga que podrás realizar sin la necesidad de salir de casa y que podrás disfrutar dedicándole solo 20 minutos de tu mañana.
Esta rutina nos puede ayudar a aliviar dolores que pueden derivarse de malas posturas al dormir. Además, nos brinda una manera más amena, fluida y agradable de despertar.
1.- Comenzamos con dos o tres minutos sentados con las piernas cruzadas y nuestros ojos cerrados. Enfocaremos la atención en nuestra respiración con el objetivo de calmar nuestra mente.
2.- Realizar movimientos de calentamiento para estirar las zonas más tensas del cuerpo.
3.- Empezamos la práctica con saludos al sol. Mínimo dos vueltas completas para estimular todo el cuerpo. El saludo al Sol promueve la buena salud, energía física mental y espiritual.
El “Saludo al sol” se puede definir como una técnica de meditación que une la respiración y el movimiento corporal para tonificar y estirar los músculos del cuerpo. Nos aporta flexibilidad en articulaciones, mejor circulación sanguínea y tonificación de órganos internos.
4.- Realizar dos o tres posturas de pie: la postura del triángulo. Esta postura fortalece nuestras piernas, brinda flexibilidad a nuestra columna y ayuda a aliviar dolores de espalda.
5.- Continuamos con la postura de lanza. Esto hará que nuestro pecho se abra, la columna se estire en ambas direcciones y por supuesto, otorga simetría a nuestra cadera y fortalece nuestras piernas.
6.- La postura del árbol es nuestro siguiente paso. Nos aporta un mayor sentido de equilibrio y alivia la rigidez de nuestros hombros.
7.- Seguimos adelante con la postura de “media paloma”. Ayuda a fortalecer glúteos, isquiotibiales, gemelos y parte inferior de la espalda. También aporta flexibilidad en pectorales, cadera, piernas y rodillas.
8.- Abrimos el pecho y estiramos toda la parte frontal mediante la postura del camello.
9.- Nos enfocamos en fortalecer la zona abdominal con la postura de navassana o con la plancha.
10.- Comenzamos a bajar el ritmo mediante extensiones hacia delante. Paschimottanasa y Janu Sirsana son posturas que nos ayudan a tonificar los órganos de la digestión, combatir el estreñimiento, regular los intestinos y revitalizar nuestro sistema nervioso.
11.- Terminamos con la postura sobre los hombros, donde la sangre de las piernas se dirige a nuestro corazón y cabeza. Además de fortalecer los músculos de la espalda y abdomen, alivia dolores de cabeza, ayuda a combatir el insomnio y calma nuestra mente.
12.- Finalmente, procuremos otorgar dos o tres minutos recostados en el suelo para permitir que nuestro cuerpo y mente absorban los beneficios del ejercicio.
De esta manera podemos implementar el yoga en 20 minutos para comenzar el día. ¿Qué esperas para probarlo?
